Si al menos fuera una capa de pintura a La matanza de San Valentin de Corman. Pero ni eso, la capa es de 3D para revender un remake del mismo titulo de George Mihaka en el 81, en un momento en que como deciamos, los guionistas ya no saben que beber ni donde. Como en un tratado de la seguridad social se desgranan los efectos mas gore y sanitarios posibles. Así nos impactan las corneas reventadas, los corazones arrancados de cuajo, descuartizamientos como las entregas dominicales para estudiar el cuerpo humano y los dientes destrozados que tambien se ven en las bocas de los espectadores que integrados en el sistema tridimensional, piensan que los cacharrazos les alcanzaran, cosa que provoca movimientos en la butaca tipo dragon khan. Todo ello muy cinefilo como observaran.
Obra para expertos de la gran mentira del cine de terror, genero de culto para algunos que anticipa el Sitges de este octubre. Su sinopsis seria que durante el dia de los enamorados español, en un pueblo minero, un psicopata con un pico causa un estropicio de vidas humanas que ni el 061 alcanza a paliar. La historia se repite algunos años mas tarde con no menos sangre y locura terrorifica.
Un genero del cine, que pienso o anuncio que se devorara a si mismo, que lo encumbran cuatro interesados y que para su fortuna y libertad todavia no esta restingido por la ley su uso y creacion. Nunca entendere porque no se puede ver un culo y encambio si todas las visceras y tripas de llegada al mismo. Eso si que es un horror, esta vez de Patrick Lussier, dirigiendo a Jaime King, Betsy Rue y Jensen Ackles.
jueves, 17 de septiembre de 2009
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