Cuando estallo la mentira de Enric Marco acerca de la falsedad de su existencia, programamos en el cine forum de la Ametlla del Valles una sesion explicativa con los responsables del Amical de Mathaussen para clarificar los hechos no acontecidos en esta ocasion en el campo de Flossenburg. El resultado fue que no acudio ni un solo espectador. Ahora Santiago Fillol y Lucas Vermal, no relatan la inexistente pero brillante partida de ajedrez imaginaria ganada ademas al comandante de las SS del campo, sino que dan la opotunidad a Marco de recuperar su autentica memoria. No de pedir perdon, para que en un documental, sino de revivir ahogado en lagrimas, estas si sinceras, los lugares y lo hechos que realmente visito mientras imagino que habia estado en el campo de concentracion.
El esplendido documental, intenta a traves de imagenes de archivo presentar como funcionaba una cabeza sometida como todas durante la represion a una insoportable tension. Le acompañan los autores en su viaje a Alemania, escarbando entre los recuerdos reales, los verdaderos malos tragos de 1941.
Si que la mentira descubierta es deleznable. Pero habria que recordar que Marco, por cierto Cruz de Sant Jordi, ayudo con su falso guion a mantener viva la memoria y el horror del exterminio nazi, cuando otros no lo hicieron y su mentira seria entonces por oclusion. Protagonista atractivo de este oportuno documental en el que sus autores comprenden, filman, escuchan y respetan pese a todo, esperando rescatar del fondo de su trabajo una brizna de verdad que justifique de algun modo la gran mentira. Una doble personalidad que enriquece a sus investigadores y que a partir de sus aseveraciones inexactas nos enriquece a nosotros. Nos muestra como es de escurridiza la memoria humana.
martes, 22 de diciembre de 2009
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