Dicen que sea posiblemente el mejor cine sudamericano que nos ha llegado este año que acaba. Aunque toda esta filmografia, la uruguaya especialmente, parezca carente de intensidad, esta pelicula es siempre especialmente solida e intencionada.
Bien definidos los caracteres por Alvaro Brechner, esplendidas composiciones de Gary Piquer, Jouko Ahola, Antonella Costa y Cesar Troncoso y que son principalmente un manager con visos de dandy y un grandullon luchador, con una notable carga de veracidad y sobre todo dignidad. Se mueven con comodidad en las callejuelas, el teatrillo de sus exhibiciones forzudas y el maldito hotel donde residen ocasionalmente. Una camara con poesia, acredita un sentido del rodaje muy interesante.
Con estos heroes venidos a menos, el excampeon de lucha libre alcoholizado y su manager, bandido y mentiroso al limite de lo inpensable, recorren el Uruguay rural de los años 60, mal viviendo y ganando las migajas de la gloria pugilistica. Rings miserables improvisados en pueblecitos en los que buscan al chulo de la localidad para enfrentarsele, combinandolo con apuestas si resisten unos rounds y que si lo consiguen, no tienen dinero con el que responder.
Original extraido del cuento Jacob y el otro de Juan Carlos Onetti, retrata el universo de sus criaturas desorientadas y sin rumbo fijo. No se si como el cine urugayo todavia. Reflexion sobre las falsas apariencias, las ilusiones rotas, los sueños y la triste realidad.
miércoles, 16 de diciembre de 2009
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