martes, 8 de mayo de 2018

Lucky

Harry Dean Stanton es el alma mater de esta pelicula que parece estar  hecha a su medida. Guion, frases, encuadres, planos todo para ser exaltado por el actor que fallecio el septiembre pasado, poco despues determinar el rodaje. Un hombre mayor repite cada dia su ritual, La misma hora de levantarse, asearse y vestirse despues de fumar, desayunar el unico vaso de leche de la nevera, ir al bar a desayunar de verdad y hacer el sudoku, conversar o no y salir a pasear hasta la hora de comer en el otro local del pueblo. Parece poca accion para un film en el que no estuviera el desparecido actor. Asumiendo que llegaba a su fin, se muestra mas independiente, americano y libre que nadie. Conversaciones de barra, con bebida atipica en la mano, sin violencia, conmovedor en sus recuerdos. Como ultimo homenaje, charla  con David Lynch, con quien trabajo 6 veces. Filmado tambien por otro actor, John Carroll Lynch, con guion de los actores Logan Parks y Drago Sumonja, el film es una gozada. Con el nos perdemos por el camino del cactus hacia el desierto de todos que  va de Paris a Texas. Un veterano cowboy con una salud de hierro que le ha permitido sobrevivir a todos sus contemporáneos. Cumplidos ya los noventa años, este hombre ateo se replanteará su existencia y partirá en un viaje espiritual en busca de una revelación. A través de una ciudad desértica e inhóspita, que no aparece ni en los mapas, Lucky se encontrará con peculiares personajes, algunos de ellos colegas que marcaron su vida, que se sentarán junto a él en la barra de un bar para tomar las últimas copas. Resulta difícil discernir qué hay de realidad y qué de ficción en esta comedia dramática de aire crepuscular y nostálgico que sirve al conocido actor John Carroll Lynch (El fundador) para sentarse, por primera vez en su carrera, en la silla del director. Además, Lucky se convierte en testamento cinematográfico de su protagonista, el legendario Harry Dean Stanton (Siete psicópatas), fallecido poco después, que, a través de su aire desgarbado y su semblante cansado a la vez que entrañable, da vida a un personaje nonagenario, misántropo y reacio a todo lo que suene a espiritual o religioso, que se embarca en sus últimos días en un viaje místico y de autodescubrimiento. Desde los fundamentos de una road movie que avanza a ritmo pausado, esta fábula existencialista sobre el sentimiento de comunidad, la soledad y la muerte presenta a un variado catálogo de personajes pintorescos, de los que emerge un particular sentido del humor que impregna toda la cinta. Junto a Stanton, que vuelca en esta historia buena parte de su peculiar manera de ver la vida, participan actores como Ron Livingston (La quinta ola), Ed Begley Jr. (Cazafantasmas) o Tom Skerritt (Esperando al rey), así como el cineasta nominado al Oscar David Lynch. Impresionante cuando canta Volver, volver a capella en un jardin, confesando que el gustaban los mariachis.

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