El cine de Eugéne Green reivindica la importancia de ir contracorriente, tanto en la forma como en el fondo. Producida por los hermanos Dardenne, Le fils de Joseph impactará al espectador acostumbrado al habitual ritmo vertiginoso del cine contemporáneo. Podemos decir que se trata de un estreno contracultural.
De la pintura de Caravaggio a la reflexión a partir de algunos pasajes de la Biblia, el filme nos adentra en situaciones cotidianas, dramas humanos que sin magia ni fantasía trascienden de la simple materia para instalarse en nuestra conciencia. Alguien que viva, no solo que vea, Le fils de Joseph, quizá no pueda seguir mirando a su alrededor de la misma manera. Encontrará nuevas formas de aceptar la existencia y dará un nuevo significado al rutinario pasar de las horas.
Todo parte de Vicent, un adolescente incapaz de seguir viviendo sin saber quién fue su padre. Sin embargo, un padre no está únicamente relacionado con una cuestión biológica, sino que en esa relación tan especial deben existir valores. Comienza hallándolos en el arte y, más adelante, en un desconocido con el que charla, intercambia sentimientos y contempla la vida de forma libre y pausada, descubriendo que la historia más grande jamás contada ya se encuentra en nuestro interior y que solo debemos atrevernos a compartirla.
Vicent, es un adolescente, crece con el amor de su madre, Marie, aunque ella siempre se niega a revelar el nombre de su padre. Un día descubre que este es un editor parisino egoísta y cínico, Oscar Pormenor. El joven traza un plan de venganza, pero su encuentro no es lo que esperaba.
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