martes, 5 de noviembre de 2019

sin filtro/Chamboultout

Beatrice (Alexandra Lamy) escribe un libro sobre su experiencia con su marido Frederic (José Garcia), que perdió la vista en un accidente y, tras poner sus vidas patas arriba, ahora no puede evitar decir todo lo que piensa. Aunque sigue siendo el mismo hombre divertido y seductor del que ella se enamoró, también se ha convertido en alguien impredecible, obsesionado con la comida. La publicación del libro acaba provocando un gran revuelo entre sus seres queridos porque aunque Beatrice cambiara los nombres, todos y cada uno de ellos se acaban reconociendo en sus personajes. El grupo de amigos y familiares se tambalea, pero hay ocasiones en las que ciertas tormentas pueden llegar a ser auténticos salvavidas. Si repasamos todas las figuras emblemáticas del cine francés que han pasado por la pantalla, es inadmisible. Nuestro país vecino es conocido por producir cintas de calidad, siendo una de las naciones que más apuestan por la cultura cinematografica y por lo tanto "coautora", de realizar un producto tan complejo. 

La trama y el argumento propuestos en este largometraje son blandos, consiguiendo que el respetable desconecte muy pronto. El conflicto que presenta el guion es bastante flojo, y es que Eric Lavaine nos tiene ya acostumbrados a estrenar comedias muy poco francesas (Historias de una indecisa). El director parisino naufraga y se mete en el jardin- guion de Barbara Halry Landfonts, desorientando las ideas,  sus ideas hacia playa a la que imposible llegar con estas velas. Asi pues remando,saldremos de la sal sin saber si han llegado a la isla de la risa.En este veraniego film, la acción es precipitada y con lo cual, el hilo argumental carece de credibilidad y por consiguiente de gracia. El elenco que nos sirve Chamboultout lo hemos podido presenciar en otras comedias exitosas como pueden ser Bienvenidos al norte, películas  que  son efectivas en su afán de explosionar unas risas. luchan pero por esto, Lexandra Lamy, Jose Garcia,Michael Youn,Anne Marivi, Michel Vuillermoz.  A ellos les debe el l film el ritmo y la escasa diversion. 

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