Fernando Fernan Gomez. el último acrata

Ahora si que ha viajado a ninguna parte. Este comediante abuelo, gran actor, mejor literato y irreductible director, nos deja la mejor Belle epoque del cine español (que ejemplo de libertad y respeto en una familia) y solo lo puedo imaginar a lomos de su rocinante custodiando los carros de los cómicos en cualquier camino de tierra del mundo. En este momento de trasladarse del rosa al amarillo, se entiende mejor que su animal preferido fuera el perro, al que admiraba por haberse aclimatado al hombre, cosa que el consiguió con unos pocos y solamente del puente a la alameda. Dejo de ser aventurero al oír las bombas en Madrid, y noctívago cuando Sinatra le negó una canción. 7000 noches le llevaron a la silla de Fernando de Trueba David y falta el estreno de "Fuera de Carta" de Velilla. Tímido y machista rompedor de la baraja, cultivo a la mujer en relaciones cultas y longevas. Nació en Lima en un teatro, un día que la representacion necesitaba un crío. Humor, surrealismo y lírica, es lo que descubrió en él Poncela ya en nuestro país. Destruido y estropeado de joven, su ternura le hacia odiar el dolor de los niños, hasta el punto de no poder llamar farsa al mundo de la hambruna. Ahora, desde la ciudad sin limites, el cómico, con todos ustedes, señoras y señores.