Película con niño. Bueno con bebe subido a un dragón khan. Momentos iniciales de violencia. Davis ha hecho la mejor burla de si mismo. Como un "Polonia" de sus risas ancestrales. Se inventa el cine desde la mas esperpentica de las inverosimilitudes. Se le acaba el film antes de que muera el espectador de ganas de reírse, que no es lo mismo que hacerlo. El bebe de manos del guionista al regazo del director. Y Clive Owen, le vi en una muy redonda "Crupier", quizá si que al final servirá para un film de acción. Que no de risa. Pues mas vis tiene el malobuenísimo de Paul Giamatti. Todos ellos controlados por Monica Bellucci, con la que dan ganas de todo, menos de reírse precisamente.
Quizá el ejercicio de risoterapia sea reirse ante este film. Como lo harían en una operación a corazón abierto los participantes`para aligerar la tensión. O sino ya me dirán la gracia, que en otras manos y vidas la tendría, tiene cortar un cordon umbilical de un disparo como cuando un Eastwood cualquiera corta la cuerda del ahorcado. Otro imposible cinematográfico. Andrew Davis nos da Alerta máxima con Código de silencio sin Daño colateral esperando mejores Días de fortuna de este El fugitivo, Por encima de la ley deseando la Reacción en cadena de The package. Riase por favor.
miércoles, 14 de noviembre de 2007
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