Igual que el hombre que susurraba a los caballos, Redfort, ínclito actor y rey del Sundance, plantea el dilema del río de la vida en un lugar llamado milagro (Vietnam e Iraq), al a gente corriente. Con setenta años a cuestas en esto del cine, sustituido sensorialmente y físicamente por Brad Pitt, incordia a su gran país con este film practicamente inédito allí. Tres historias de las que protagoniza dos en un despacho donde entabla sendas conversaciones con alumnos suyos, en las que reniega del proceso imparable hacia el ideo juego del cine actual.
Tom Cruise coge el otro despacho y como política arribista y corrupto. pretende vender su plan de pacificacion a una bregada periodista que no se deja colar el gol, Meryl Streep, impresionante como siempre, cogiendo los pies que le da Cruise, también mejorado y esforzado, demostrando que no es misión imposible hacer buen cine.
El film reparte responsabilidades y quejas por doquier, con acerada lucidez y haciendo llegar el coscorrón a quien corresponde, sin que este le importe o lo advierta. Un análisis artístico locuaz para un problema hoy irresoluble. Hay mas corderos que leones pero su rabia todavía es silenciosa.
domingo, 18 de noviembre de 2007
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