domingo, 11 de noviembre de 2007

Once

No un diez, no, un once hay que darle a esta corta película irlandesa de John Carney y es que el cine irlandés y escoces (hay?,- no los suporters meones- siempre nos han caído bien. Los protagonistas, algunos de ellos en moto por bellos paisajes, no tiene la vida fácil, pero le incorporan la música como un elemento de compañía, de amistad de decisión que los convierte en colegas, amantes, hermanos, alejados de la aristocracia de la música o del as esferas en que algunos elitistas sitúan las siete notas para situar se o hacer el nota simplemente.
No es el caso como tampoco es un hilo musical de recepción de clínica dental. Los protagonistas hacen música juntos, para conocerse o compartir sensaciones lúdicas, saludables e intelectuales. Saber que y como se dicen las cosas a través del sonido y de las letras que las ilustran. Y a esa loable simplicidad ayudan mucho Glen Hansard del grupo Frames y Marketa Irglova compositora checa que socializan su música y sus vidas en aras de sus obligaciones cotidianas y voluntariados. Cine y música para el consumo, pero popular y respetuosa. Vi yo algo en la película de la también muy interesante "The Commitments"?.

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