sábado, 19 de enero de 2008

Bucarest, la memoria perdida

Yo también escuchaba de niño Radio Pirenaica. Emisora que mantenía la esperanza de la lucha y alimentaba la resistencia contra el franquismo desde Budapest. Ya sabíamos que no estaba en los pirineos. Como Albert Sole, director del documental sobre la memoria de su padre Jordi Sole Tura, también yo dudaba entre Budapest y Bucarest. Pero yo para saber desde donde retransmitían, el para saber donde había nacido, tal era el secreto. Mi padre había confeccionado una radio de galena y una tarde vinieron dos hombres con gabardina de cuello levantado y sombrero y mi pobre madre aterrorizada abrió con la cadenita. ¿Tienen uds. radio?,-preguntaron. No, señores, respondía mi madre. Mientras yo tirándola de la falda afirmaba; "Que si mama que tenemos radio". Como que nunca he tenido demasiada credibilidad frente a las instituciones, pudimos cerrar la puerta y se fueron.
Al otro lado del chisporroteo de conexion quedaba la voz de un hombre integro y querido de todos y que ahora se adentra en otro momento complicado. El que fue padre de la constitución del 78, reconocía que en Madrid era un "cenador". Que una vez que Aznar les reunió en una cena sin mediar palabra, se preguntaba en el vuelo de regreso con Roca, que para que habían ido. El que cuando fue ministro de cultura había pensado en ampliar la Biblioteca nacional para que cada español pudiera guarda allí un ejemplar de sus memorias, fenómeno que constituiría la autentica historia de la España plural, ahora no puede acabar de escribir la suya.
Documental que sera dvd de cabecera, que es respetuoso como el protagonista lo fue siempre con todos y que es un homenaje lleno de emoción de un hijo que luchara con todo con esta enfermedad. Un documental con un peso especifico tal que muestra cuando se ha luchado y sufrido para llegar hasta aquí. Y ya que hemos llegado hasta aquí, hay que detenerse?.

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