Soy leyenda diría el desgraciado 2007. Tampoco puede decirse que haya tenido mucha suerte en sus adaptaciones (2 o 3) la novela de Richard Matheson desde 1954 sobre la pandemia que convierte a los humanos en vampiros autofagionandose y generando su desaparición. Y ahora el que ha de estar solo con su perro es Will Smith, actor mas dado a la acción que a la filosofía desde el principe de Bel Air. Buen inicio para perderse luego no ya solo en el vacío y desolado NY, sino en los vericuetos ininteligibles y falsos de la ciencia. Mucho flash back, mucho amigo del perro y la loca búsqueda de una vacuna que inocularse a si mismo mientras piensa que hay alguien mas. Los hubo y eran Alice Braga y Dash Mihok que ayudan al espectador, imposible de sentir miedo o terror, a mirar hacia su soledad y pensar que la excepcionalidad, el ser único sobre una árida tierra, puede ser lo anormal o extraño.
También puede entretenerse el espectador pensando como repoblara el mundo tras una supuesta curación nuestro protagonista en esta arca de Noé o zoo que es en muchos momentos la película. Ya sabemos que una peli no es una novela. Pero hay adaptaciones y destripadas. Y esta es una, aunque cobrando el autor. Decian que interesarse por un autor porque nos ha gustado la novela es lo mismo que interesarse por el pato porque nos gusta el foie.
martes, 1 de enero de 2008
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