miércoles, 30 de enero de 2008

Mal gesto

El mal gesto de Thazi Grad es de educción, de comportamiento, de urbanidad. No es una torcedura de cuello, pierna o espalda. Michael Kleinhouse es el típico vecino modélico, casado y con un hijo. Un día, en la mañana del Día del Holocausto, Michael choca con el coche de Dreyfus. Tamar, la mujer de Michael, le hace un gesto obsceno a Dreyfus y éste acelera su vehículo y choca contra la puerta abierta del de Michael, estando a punto de golpear a Tamar. Como buen ciudadano, Michael espera resolver la situación con la ayuda de las autoridades, pero resulta que el sesentón Dreyfus, un antiguo héroe de guerra, es un hombre violento bien relacionado y con amigos influyentes. Por este personaje mal definido, falla el film que le otorga una capacidad destructiva exagerada y unas conductas insólitas. A Michael, que está sumido en una crisis personal, le resulta difícil ceder ante el, con lo que los siguientes siete días se convertirán en una auténtica pesadilla, en un proceso alargado muy parecido al de "Un día de furia". Sin embargo, su lucha ante una realidad violenta y corrupta que pone en peligro su vida y su libertad terminará por insuflarle un nuevo sentido a la vida. Resulta sorprendente el estreno de esta película en nuestro país. Mal gesto no ha tenido gran recorrido en los festivales , ni se ha estrenado con éxito en otro país más que en el suyo, Israel, donde acumuló 5 nominaciones en los premios de su academia. El estreno parece sostenerse por las impresiones que pudo dejar la cinta por su paso por la sección Zabaltegi de San Sebastián, un festival con querencia por los temas que trata Mal gesto, es decir el dolor y la furia social en un entorno exótico a nuestros ojos y, a ser posible, en medio de una zona de conflicto. Tzahi Grad –que en esta su segunda película vuelve a dejar de lado su labor como actor- indaga en la invisibilidad de las fuerzas políticas que controlan la sociedad a su antojo.

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