La edad de la peseta es en cubano la edad del pavo. La idea surgió según su director novel Pavel Goriud y su guionista Arturo Infante en un curso de escritura con Gabriel Garcia Marquez en base a las historias que ellos contaron sobre su abuela que era fotógrafa. El cine cubano nos remite inevitablemente al desconchado de las casas, a los colores vivos de la bahía, al trasfondo de telenovela de tarde y a un salto hacia atrás de 50 años. Se sitúa la acción, el pavo, en el transito hacia la pubertad del nieto de aquella abuela que con diez años regresa para contemplar la vida como es y no como la pintan, los mayores y las escuelas con sus sádicos curas maestros mas duchos en el arte de la regla que en el manejo de la pedagogía. Primeros escarceos amorosos de imberbe con datos de documental para situarnos si no lo estábamos ya en La Habana de 1958, días antes de la entrada triunfal de Fidel. Inolvidable la foto del marido muerto sobre el piano.
El film tiene el encanto de lo cubano, del malecón, de la libertad secuestrada por las ideas, de la presencia de Mercedes Sampietro, de Ivan Carrera, que juntos nos trasladan otras amarguras menos digeribles todavía que el sabor del mar, antiguo, hundido, desvencijado. Lo primero que nos han dejado los Reyes Magos es nada de oro, algo de incienso y mucha birria: Across the Universe- Halloween: el origen- Interview- La sombra del cazador- Mimby, más allá de la imaginación- Tehilim- This is England- Viaje a Darjeeling
sábado, 5 de enero de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario