lunes, 21 de julio de 2008

Garage

Me gusta el cine irlandés. Desde El hombre tranquilo, La hija de Ryan, Despertando a Ned o El jardín de la alegría y Las chicas del calendario. Es un cine sencillo, cuidadoso con sus personajes, firme en sus tradiciones e historia, un cine con alma a veces religiosa y un respeto por lo rural en toda la grandeza de sus paisajes, aderezados con gotas de psicología independentista. Lenny Abrahamson nos transmite la gravedad de unas situaciones, una represión y unos exilios forzosos migratorios hasta que la situación se desborda y arrastra a sus personajes a situaciones definitivamente devastadoras.
Segunda película de sentimientos después de la magnifica Adam y Paul, aderezados con humor cálido i incisivo, acompañandonos de la mano hasta la tragedia inevitable.
El film es el estudio de estudio de un personaje bonachón, Pat Shortt, que vive en las afueras de un pueblecito en la edad mental indeterminada adolescente a pesar de ser adulto y cuyo objetivo en la vida es ser amado, como el de muchos, especilamente por Anne Marie Duff. Sus deseos no solo no son correspondidos sino todo lo contrario.

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