Zhang Lu nos cuenta la soledad y el aburrimiento de un antiheroe. Para ello establece una similitud entre las características de todos conocidas del desierto y el protagonista, Seo Yung. Tozudos ambos hasta el extremo mas inaudito, el film transcurre entre dunas de pausas y silencios, con lo que os podéis imaginar el ritmo pausado del film. Pero es este estado de suspension eterna precisamente el que conforma el sustrato de tragedia que conduce y arrastra hacia su destino el protagonista, que comparte silencios con Bat Ulzii y Shin Dong Ho.
Creador de otros films no estrenados todavía en nuestras latitudes, Lu nos regala esta historia de un hombre que se niega a abandonar su casa en la esteparia Mongolia, ha pesar de que el desierto la ha empezado a engullir.
Sin ocurrir nada en ella, la película plantea diversos temas conflictivos todavía en la XIna olímpica de hoy que se enfrenta continuamente a los nuevos modelos de vida, como por ejemplo el papel de la mujer, pero sobre todo el poder inmenso de la todopoderosa naturaleza, cuyos planes y designios no podemos predecir y que siempre nos alcanzaran inexorablemente.
martes, 29 de julio de 2008
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