Dos noveles directoras, Candela Figueira y Maitena Muruzabal nos dan en pleno verano con este refrescante titulo que a mi me sugiere aquella expresión anglosajona de Me derrito por ti. Primera obra sencilla, trufada de cosas para rellenar el vació argumental pero a la que le dan una aroma de guiso que hace que no se quede solo en un ejercicio de fin de curso. Solida en el fondo a pesar de sus obviedades, filmada creyendo en ella, tenemos ganas de ver otra estación del tiempo de estas dos mujeres con futuro cinematográfico. Una argentina y una navarra juntas son muy capaces de tirar adelante un proyecto tan endeble como este, Su estreno comercial se debe sin duda a los premios acumulados en su recorrido festivalero y cuyo resumen de la historia según sus autoras es que parece que la gente prefiere estar mal que bien.
Escenificada en Pamplona en un mar de paro, vienen vientos, y debe nevar para poder vender cadenas de automovil, especialmente Laura de Pedro, Gabriel LAtorre, Asun Aguinaco y Xabi Yarnoz. También en el film las mujeres cargan con la responsabilidad del sustento, Un régimen casi carcelario cuna de unas jornadas laborales de optimismo y lucha por al vida temporal claro.
lunes, 14 de julio de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario