El genero del western subsiste gracias al curioso interes que mantienen algnos buenos actores en dirigir su Sin perdon o su Pale Rider de EAstwood, como es ahora el caso del bueno de Ed Harris que dirige e interpreta éste con nombre de pueblo. Los westerns son de verdes praderas, de desiertos polvorientos o fisicos y violentos como este. De pocas palabras, sonido laconico, entre Vigo MOrtensen, Jeremy Irons, excelente malvado y Lance Henricksen que pivotan sobre el complejo personaje de Renne Zellweger, que encarna, no sin esfuerzo tambien las dificultadesd de la mujer en aquel hostil ambiente y buscando proteccion de quien podia o se la daba en un clarisimo pacto del hambre. Nuestra Ariadna Gil le echa una mano en un personaje que la ayuda a encajar mejor en el film.
Como todo western que se precie, Harris lo abona a los grandes espacios que comportan grandes silencios antes de que hablen los revolveres y los rifles que marcan el acento primitivo con su crepitar y sus detonaciones. Es otro intento loable como el de Costner, de devolver al genero su pureza, recuperar su adn y demostrar que sigue vivo cultural y historicamente frente a futuros obamas con otras raices continentales. Una recuperacion del autor como hizo con el pintor Pollock, en la que un personaje inexpresivo quiere llegar a Appaloosa con su compañero para proteger a sus habitantes a cambio de comportarse como un sheriff con todas sus prebendas. Un eslabon mas para disfrutar con él los que amamos este genero,a la espera de The proposition, notable al parecer, western australiano.
domingo, 23 de noviembre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario