Nicolas KLotz piensa que la Shoah va a revelar la parte maldita de la sociedad industrial y el film es una tesis para demostrarlo. Nos habla de la manipulación del lenguaje por parte del poder, de los nuevos fascismos muchas veces disimulados por sus practicantes hasta hacerlos irreconocibles y a ello se dedican un inconmensurable grupo de actores que van desde Matheiu Amalric, Michel Lonsdale hasta Jean Pierre KAlfon, Edith Scob y Lou CAstel.
Una propuesta valiente sobre los procesos políticos, sin olvido pero evitando caer de nuevo en los mismos errores históricos, con sus personajes gravitando en discotecas, con fiestas al son del new order, con actuaciones de Miguel Poveda y un baño de fados. Todo para una relectura del holocausto bajo la óptica de que es la shoah quien dirige y manipula el capitalismo contemporáneo. Todas sus secuencias son hirientes, y con un halo de posible realidad que hiela los huesos.
lunes, 17 de noviembre de 2008
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