Pablo Trapero, como hizo en Mundo grua, nos ofrece otro extraodinario melodrama interpretado por su mujer, MArtina Gusman, que no solo desvela un sistema legal injusto y la corrupcion de los penales, sino los dilemas morales y las dudas que comporta la maternidad en segun que situacion. Bien que la condenada cometiera un error grave e irremediable, pero que sucede cuando tiene un hijo?. Como ha podido pasar de ni desearlo a defenderlo con uñas y dientes?.
AL filo de los topicos del genero carcelario, subgenero carceles de mujeres con sus arquetipos a saber, lesbianismo, abandono del cuerpo, peleas leoninas, hay que reconocer que evita la morbidez añadida y el maniqueismo. Frente a la siempre dudosa imparcialidad de las celadoras que actuan como simples funcionarias, las presas son victimas y ademas inadaptadas.
El film rodado en prisiones de alta seguridad, con actores reales como Elli Medeiros, Rodrigo SAntoro o Laura GArcia, observa a traves de la camara mas que dramatiza, utilizando un cine sofisticado con un alto sentido de la imagen y su significado. Asi capta perfectamente la cotidianeidad evitando el consensuado voyeurismo. Todo empieza cuando una mujer despierta en su cocina al lado de un hombre muerto y otro moribundo. Detenida, acusada, condenada, con miedo, sola y embarazada es utilizada por Trapero para denunciar a ley argentina que separa al hijo de su madre convicta a los 4 años de edad, cuando es entregado a un tribunal de menores o a un familiar. Si bien esta de acuerdo en principio en que el niño no deberia ser educado en este ambiente, tambien reconoce el sentimentalismo de la decoracion de las celdas, los juguetes y todo lo que pueda hacer compatible el didactismo maternal con la vida exterior. Tremendo dilema el de esta sutil leonera donde la mujer vuelve a ser la victima una vez mas.
lunes, 24 de noviembre de 2008
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