Poco se debia imaginar Joshua Michael Stern que las recientes elecciones americanas serian tan interesantes y que nos importaría muy poco que con su voto y un niño, Kevin Costner pudiera deshacer un hipotético empate técnico que se llama. Si que es cierto que un solo voto de quien sea, de la condición que sea, mientras este autorizado a votar, puede decidir. Pero apenas sirve para conocer que significa una debacle republicana con una alocada reflexion sobre la cuestión sociopolitica de las elecciones.
Costner se la vuelve a pegar en un papel alejado del encanto y la inocencia de los personajes de Capra. No es mas que un atontado alcohólico que abandona el trabajo continuamente, desatiende todas sus obligaciones y se ríe de todos los derechos civicos que el pepito grillo de su hija le recuerda constantemente.
Superado el new deal por el we can, el actor y productor queda superado por Jou el lampista y solamente consigue hacernos pensar que el agridulce y anónimo hombre de la calle somos nosotros, a los que os recuerdo que si no con el voto, si con la actitud frente a la crisis, conseguiremos darle la vuelta. Que ella, la crisis, si que sabe hacer su trabajo de zapa al sistema corrupto.
martes, 18 de noviembre de 2008
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