En algun lugar de este blog hay la filmografia de Ridley Scott. Este conciso director nos obsequia esta semana con un film global, algo compleja, tipo Syriana, aderezada con sus verbenas particulares y fuegos de artificio. Una gran produccion bien contada como es marca de la casa. Con la relacion posible entre Oriente y Occidente, la fidelidad de los espias y la manipulacion constante a que estan sometidos de fondo, se puede convertir a un simple arquitecto musulman en el jefe de una celula islamica a liquidar.
El buen director de Blade Runner ha elegido para un enfrentamiento interpertativo de altura a dos actorazos como son ya Leonardo Di Caprio y Russel Crowe, con el añadido de Mark Strong y Golshifteh Farrahani. Ambos consiguen unos papeles muy distintos al resto de sus carreras, convirtiendose con un registro muy diferente, uno en un supervisor de la CIA y el otro ocn piel de camaleon en uno de sus agentes mas preciados y codiciados.
Pelicula de intriga y espionaje en la que la reflexion bien colocada se impone a la accion para quien quiera pensar un poco. Si el papel de un miembro de la Cia se mueve entre lo divino y lo humano, es verdad que se mojan con escenas de accion, con torturas y con los daños colaterales de las nuevas formas de guerra y terrorismo. Scott junto a su guionista William MOnahan que ya lo fuera en el Reino de los cielos se interesan por la etica y la ausencia de rigor de aquellos que deberian velar, porque tienen el mandato del pueblo, por la seguridad del mundo libre o no. Que tambien lo hay.
sábado, 8 de noviembre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario