Otro, otro. Después de los Otros de Jose Maria Codina y Eduardo Zamacois y el confuso de Robert Mulligan, se añade a Los otros de Amenabar este de Ariel Rotter sobre el desdoblamiento de personalidad. Segundo film de este autor que viene marcado por historias insignificantes de matiz naturista y ecológico. El poder de fantasear del protagonista, Julio Chavez, (El oso rojo)junto a Arturo Goetz, Osvaldo Bonet y las Marías Onetto y Ucedo, presupone obviedades como que solo la ausencia hace amar y apreciar lo perdido. Un guión minucioso en exceso, hábil en sus recursos, pocos, con los que consigue una notable tensión emocional.
Un abogado sobre los cuarenta entra en crisis existencial. Con un padre viejo y enfermo al que visita diariamente y una vida matrimonial para olvidar, debe ausentarse para solucionar un caso profesional. un fenómeno en el autocar del viaje le permitirá adoptar tres personalidades, convertirse en un voyeur y retrasar su regreso a Buenos Aires.
Si alguna vez ha sentido la necesidad de ser otro, puede conseguirlo sin necesidad de eliminar a toda su familia y cambiar de país. Un giro de guión escondiendo una verdad oculta puede ser suficiente.
sábado, 24 de enero de 2009
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