Transporter 3

Poco se podía pensar Olivier Megaton que dirigiría la 3a. entrega del Bond francés. Que además tendría tantas ideas y genialidades, hasta llegar al climax del tren que tendrá que estar eternamente agradecido al ideólogo de esta franquicia, Luc Besson. De una pieza, duro, invencible y casi inmortal, Jason Statham, rápido, buen conductor, - repite hasta la saciedad que el solamente es un chofer,- como si quisiera desinventar los amortiguadores o las ruedas y al que lloverán ofertas de héroe no volador, o sea con patas. Enfrente, en el lado oscuro e inmoral, Robert Knepper, enfermo del mal, psicotico peligroso, pero con algunas referencias de malos, aquí se lo curra y nos demuestra su enfermizo poderío como el mejor dr. no. Todo preparado para ser un producto machista mas. Aquí la sensibilidad Moore o la sutileza Connery o si me apuran la elegancia Brosnan o la dulzura Dalton no tienen lugar y las hormonas femeninas espectadoras se resienten de ello. Un carro desafiante a toda una saga con permiso para encantar, al que se suben también las chicas Frank Martin, Natalya Rudakova y François Berleand. Es la diferencia entre Belmondo y nuestro Torrente.