miércoles, 14 de enero de 2009

Mi nombre es Harvey Milk

Si su nombre es Gus Van Sant y su obra Descubriendo a Forrester , Drugstore cowboy, El increíble Will Hunting , Elephant, Mala noche, My private Idahao, Psicosis y Todo por un sueño ya sabréis por donde va. Película muy bien ambientada, introduciendo las convenientes imagenes de archivo, sintetizando la narración de los hechos con buen pulso, haciendo ver que Van Sant estaba motivado. Gran creación también de Sean Penn, con el gesto justo y sin caer en el maniqueísmo de que a veces se dota a los personajes gais. Pero a su lado brillan, su rival político, Josh Brolin, y su circulo de intimos, James Franco, Diego Luna y Emile Hirsch, interpretando a gran nivel, tanto, que huelen a Oscar.
Así sabemos del primer político de la era moderna que salio del armario en EEUU y que por ello y por ser los años 60, murió asesinado en noviembre del 78. Neoyorquino impulsivo, su extroversion le traslado a San Francisco en el 72, ciudad inmersa en el movimiento hippy, donde se instalo en plena calle Castro, en un activismo frenético que le llevo, después de algunos intentos, a un cargo en el ayuntamiento.
Hoy que empieza el Sundance, esta es una película que podría acoger sin rubor. Independencia y personalidad no se le pueden negar, siempre con una sobrevaloracion o pincelada de comercial. Se suma a la apreciable tradición del cine político americano, efectista, sin aportar grandes novedades técnicas, pero denso y dirigido con mano firme, pese a su presupuestada languidez y delicada sensibilidad sexual.

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