El gran Manuel de Oliveira cumplio 101 años el pasado 11 de diciembre y lo celebro rodando otro cuento moral, rodado con la maestria de los grandes y la ironia despiadada de la edad.
Ricardo Trepa, su nieto, explica su desastrosa historia de amor a una rubia desconocida, Catarina Wallenstein que la recoge con artesanal delicadeza al tiempo que muestra el cinismo receptivo de la sociedad actual y conduce al film hacia un final escabroso de un sueño romantico hecho añicos en la juventud.
63 minutos en un tren, bastan para poner en escena el cuento del escritor portugues del siglo XIX, Eça de Queiros que es un tratado sobre las cosas importantes de la vida. Imperturbable dramaticamente explica con precision el proceso de enamoramiento y desguace en una relacion de pareja. Con rodajes cada vez mas cortos, Oliveira despues de Mudanzas, un corto con Portabella donde vacian la casa museo de Garcia Lorca, su ultimo film sobre Cristobal Colon y preparando ahora una nueva pelicula, le agradecemos sus menores metrajes alguna vez en su trayectoria artistica excesivamente prolijos.
De alguna manera este gran director que empezo filmando cortos todavia de cine mudo, recupera la sintaxis de la imagen y domina la entrega de mensajes visuales y narrativos, refinados y pasionales. Vuelve su obra a ser mas manejable, asequible, sin perder ni un apice de su grandeza y rubrica personal.
domingo, 20 de diciembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Completamente de acuerdo, la lírica visual de Oliveira es inversamente proporcional a la duración y complejidad de sus películas. Y yo también lo prefiero!!
Publicar un comentario