El hijo prodigo /a long way off

El mundo al reves. Cuando la tendencia  es regresar a los origenes rurales, nuestro protagonista, pide  la parte de la herencia a su padre y se la juega en la gran ciudad. Como el titulo original, sin hijos ni prodigos, es dificil buscar parecidos con la parabola. Nada mas lejos que invertir primero con exito, despues sin, por no seguir los consejos del profesor Sala Martin, los del simio, que le mostraran la cara mas amarga del dinero y la consiguiente vuelta a casa. Cansado de vivir con su familia en una granja regida bajo las estrictas normas de su padre. Decidido a emprender su propio camino, solicita a su progenitor un adelanto de la herencia, con el que pretende emigrar a la gran ciudad, su gran obsesion. Allí las cosas le irán sorprendentemente bien, lo que atraerá a las mujeres equivocadas y alimentará un desbocado estilo de vida que terminará arruinándole. Acabado y sin nadie que le ayude, el joven volverá a casa para enfrentarse a los suyos. Dentro de esa nueva ola de cine de temática abiertamente religiosa, que ha dado sorprendentes éxitos como God's Not Dead o la reciente Los milagros del cielo, los debutantes Michael Davis y John Errington firman esta adaptación al siglo XXI de la parábola bíblica de El hijo pródigo. En la cinta, los realizadores intentan demostrar la vigencia de esta historia con más de 2000 años de antigüedad y la trasladan a la sociedad actual, adicta a la tecnología y la interconexión. A pesar de vivir en unos días donde todo ocurre aceleradamente, la cinta repite la moraleja de la parábola, que ponía en relieve que a pesar de todo somos personas que buscan una vida mejor. Jason Burkey (Desmadres de madres) da vida a Jake, un joven que busca algo mejor para su vida y que, después de muchas contrariedades, vuelve al hogar familiar. El reparto de la cinta lo completan con Zoe Myers,  intérpretes tan memorables como desaparecidos de la industria, como Robert Davi (Los mercenarios 3), John Diehl (Stargate: puerta a las estrellas) o Edie McClurg.