Adaptacion del mismo autor, director e interpretes, Marc Crehuet, del teatro al cine de la triste historia de un manisfestante que pierde un ojo en una manifestacion, con los consiguentes efectos secundarios y un tema tan cercanoa nosotros estos dias. Se equivoca Crehuet no encontrando el tono adecuado a la tragedia a la que surte de toques de comedia y alguno que otro de humor negro. Ni el joven ni su entorno lo admiten en este momento. Supera solo en notable, las secuencias en que la victima intenta reciclar al policia antidisturbios, con un curioso metodo. Llegado este punto de inflexion, sostienen el film Miki Esparbé, documentalista social, victima mental y fisica del conflicto, Alain Hernandez el irreciclable policia, Ruth Llopis, la contradictoria novia y Betsy Turnez mezcla de pocas luces pero gran sentido comun para finalizar con Xesc Cabot. Todo arranca en una cena donde dos amigas presentan a sus novios, que ohhhh!!! guion, son el policia y la victima ya sin ojo. Unos dialogos rozando la perfeccion, con replicas teatrales, pero perfectas, con intencion, bajos instintos, pensamientos ocutos, bajezas inconfesables, sacando todos los temas de actualidad del congelador. Una cena repetida cien veces, unos papeles aprendidos de corazon, y una situacion casera de la que no podremos irnos aunque no tenga gas.
domingo, 22 de mayo de 2016
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