Thomas Lilti, es un director sin una extrema sensibilidad (Los ojos vendados, Hipocrates), pero trabaja con unos actores en principio estereotipados por el guion que con cuatro risas y un monton de ironia, los convierte en humanos y simpaticos. El doctor, como el cura, el maestro y quiza el banquero, son los personajes mas apreciados en las zonas rurales. Si en 2014 se enfrentaba al funcionamiento del sistema hospitalario, aqui lo hace con el entramado de sustituciones, concretamente con una doctora, que despuebla las zonas de medicos. François Cluzet y Marianne Dennicourt son los protagonistas, su ayudante, de congraciarnos con la profesion. Medico de carrera Lilti, como un Michael Moore cualquiera, ha dedicado su vida cinematogafica a denunciar el sistema sanitario frances. En su medico de campo, opone la hospitalizacion, la tecnologia 2.0, y los metodos paliativos a las buenas y naturales practicas, tener un medico con ojo clinico, que se decia antes. Su dedicacion de todos los dias a los enfermos, estos si de proximidad, nos permiten tambien conocer los personajes, magnificos y franceses que bordan Christophe Odent i Patrick Descamps. Otro exito de taquilla del cine frances.
lunes, 30 de mayo de 2016
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario