El film de Myroslav Slaboshytskyi de Ucrania, tiene un final impresionante. Un film sobre el lenguaje de los signos, que roza durante mas de dos horas a la perfección del cine mudo clásico. Tanto la violencia, que la hay, como las buenas ideas e intenciones humanas que también las hay se expresan de la mejor manera que se entienden en nuestra raza: sin palabras. Y como el cine son imagenes, aquí hablan mas que nunca. Una historia en boca de adolescentes sordomudos que tienen la necesidad de adaptarse al medio social, en este caso su internado, y en el que como en la sociedad palpita, el amor, el sexo, y los mismos instintos, multiplicados si cabe que en el exterior. Nadie cuestiona el silencio de la banda sonora ni las expresivas interpretaciones de Grigoriy Fesenko, Yana Novicova, Ivan Tishko o Rosa Babiy. Como un film que se desarrollaba en los abismos de las costas griegas, también esta se podría titular el gran silencio. Y no nos produciría ni pánico ni aburrimiento. Solo estupefacción, interés y comprobar que no es un experimento de arte y ensayo. El mismo que nos produciría intentar leer (pronunciar) el nombre del director. Reconocida y premiada en el National Board of Review: Mejores películas extranjeras del año, Críticos de Los Angeles:
Nominada a Mejor película extranjera, Premios del Cine Europeo: Descubrimiento europeo del año
Nominada a Mejor película extranjera, Premios del Cine Europeo: Descubrimiento europeo del año
y el Festival de Cannes: Mejor película - Semana de la crítica y que han reconocido el trabajo que nos
cuenta como un joven se inserta en la mafiosa organizacion del internado para acabar
enamorándose de una de las concubinas del jefe lo cual iniciara el duro drama.
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