Western
modernista, como su atrezzo. Gavin O’Connor, (El milagro, The accountant, Warrior), consciente de la flaqueza de su
guion lo convierte en un westren de vagones secundarios que va cumpliendo
estaciones. Si que cuentas las notas de producción que fue un accidentado
rodaje, cosa que dificulto en parte el análisis y la definicion de determinadas
situaciones que se plantean. Tampoco ha habido western que haya conseguido
hacer creible una pistolera desde La petroleras hasta Sharon Stone. Las
actrices matan bien pero o con la insidia del pistolero resulton, vengador
insaciable y solitario frente a muchos. Lo intentan esta vez con Natalie Portman,
como puede este cisne negro matar a nadie, y menos por unas graves heridas ocasionadas
a su marido por una banda de malfactores. Transformacion en 98 minutos de
sumisa a mal nacida, a la que tampoco
ayudan Joel Edgerton, Ewan Macgregor, Noah Emmerich. Un film pequeño, “del
Oeste” los llamábamos, pero que en los
libros de análisis saldra en la década del intento del renacimiento del genero,
al lado de Tarantino.
martes, 10 de mayo de 2016
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