Si como referentes encontramos el odio entre clases, las que menos culpa tienen de nada, no es disculpa para que el film de Yann Gozlan, no tenga entidad ni denuncia ni poco mas. Un aspirante a escritor fracasado, descubre un manuscrito de un abuelo muerto en una casa a la que acude porque trabaja en una empresa de mudanzas, que firma y se adueña, para con el emprender la carrera artística hacia el estrellato. Como cínico implacable que es todo el film disfrazado de thriller tiene una falsa apariencia. La norma es odiar a los de arriba porque están arriba o porque han llegado antes.esto mismo con una falsa personaliad en una ambiente ya de calidad intelectual es terrible, como el mentiroso cojo.En vez de perfecto podrían haber titulado el hombre mentira. Suerte que Pierre Niney, que ya gano el cesar por Yves Saint Laurent, domina el film junto con AnaGirardot, Andre Marcon y Valeria Cavalli.
domingo, 15 de mayo de 2016
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