La violencia deshumaniza al individuo. Esta seria la premisa de un débil guión para expresar tanta verdad y dureza. Gabriel Ripstein arrastra la película tirada por un guión rancio, seria la expresión mas mexicana de la operación,, en un intento de acercarse al thriller americano. Y como casí todo en aquel país, se queda en la frontera, tan visitada por el cine en los últimos tiempos. Un joven de Sinaloa que está empezando a trapichear con armas entre EE.UU. y México para un peligroso cártel, al que sigue la pista el veterano agente de la ATF. Después de un desafortunado encontronazo, secuestra al policia para entregárselo al cartel. A lo largo de las 600 millas y las 18 horas de camino que tienen por delante, estos dos aparentes enemigos terminarán por darse cuenta de que la única forma de volver con vida será confiando el uno en el otro. Hijo de Arturo Ripstein, uno de los grandes del cine mexicano, Gabriel Ripstein debuta como director con este thriller sobre el tráfico de los cárteles en la frontera entre EE.UU. y México que ha cosechado el Premio a Mejor Ópera Prima en el Festival de Berlín y que fue elegida por su país en la carrera hacia los Oscars. Interpretada por Kristyan Ferrer (Las horas muertas), y el nominado al Oscar Tim Roth (Los odiosos ocho), que víctimas de sus propios errores fruto de su edad, forman un inesperado tándem que, de no ser por el carácter desmitificador y despojado de épica de la cinta, les convertiría en protagonistas de una buddy movie. Junto a ellos, Armando Hernandez, Noe Hernandez, Mónica del Carmen (Babel), Harrison Thomas (Banshee) o Julian Sedgwick.
martes, 19 de julio de 2016
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