Las películas familiares tienden a dotar de emoción a sus historias. Nadie mejor para ello que esta adaptacion de Roald Dahl que la odiaba especialmente las suyas. Técnicamente perfecto, Steven Spielberg, respeta el espíritu un poco tenebroso del libro, su humor exacerbado y exagerado, como los sonoros, lógicamente, pedos del gigante. Llegados a este punto, nuestro director de 70 años, aburre un poco a pesar de que consciente de ello, cambia el final literario en una de las pocas licencias que se permite. Y afronta una vez mas un o de sus grandes temas que es el paso a la adolescencia con todo lo que comporta. Otro si digno de tesina es porque casi todos los seres mitológicos o no desde Frankenstein al fin de los tiempos, son bonachones, fenómeno que se traslada a todos los seres con un volumen importante.Calibramos el interés del film por su duración (117') que se hace corta a pesar de lo dicho. Terror poco y fantasía y sueño en cantidad. Porque aunque frío, nuestro gigante hace una gran interpretación stop motion basado en la figura, que tambien se esta engrandeciendo de Mark Rylance, que vegetariano, melancólico y solitario, se llevara a la "niña" huerfana Ruby Barnill, a conocer gigantes por una vez mas malos de lo habitual. Una Sophie a la que no se comerán por poco y que se situara en el cine entre Matilda y Charlie chocolate. Poco drama pues en este film que cierra de momento su carrera, que como los sueños del árbol del film, ha repartido por todo el mundo. Produccion Disney a la que han apuntado también a Rebecca Hall, Peneloppe Wilton, Bill Hadek, Jemaine Clement y Adan Godley.
martes, 12 de julio de 2016
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario