Dueños de la calle

Street kings es una novela de James Ellroy. Ello no es ninguna garantía de mejor film en manos del para mi desconocido David Ayer. El film dibuja todo lo sucio que rodea la ley. Desde un policía solitario con pinta de bueno y que ilustra Keanu Reeves, que sobrevive después de la perdida de una esposa infiel, hasta unos gangsters horribilis a los que la producción ha suavizado las formas de Ellroy en la novela. El poli sucio busca la muerte con unas acciones descabelladas y suicidas en un mundo empeñado en mostrarse mucho peor que el. La mezcla no da un film de Ayer, de los 7o, ni un cine negro al uso sacado de La cua de palla, estimable colección de novela negra, sino un cine personal, soso, pero con cosas que decir y de que manera.
Seco y descarnado la violenta película nos mueve donde este tipo de acción esta mas comoda, en Los Angeles. En sus calles y comisarias la ambición, los bajos instintos, las pasiones alcoholizadas, la falta de futuro y de ideales y la corrupción llevan un 38 en el sobaco. Forest Whitaker, Hugh Laurie, Chris Evans y Martha Higareda, son en esta ocasión los funambulistas en la cuerda floja del thriller, como digo nada convencional.