Por su curiosidad y sorpresa hablaremos por un día de terror. Del terror del cine de ficción, no del cotidiano de los telediarios. El director, Carter Smith, es el único que se toma en serio a estas ruinas turísticas que habrían podido llamarse la ruina cinematográfica. El espectador tampoco puede tomarse en serio la aventura turística y se ríe en mas de una ocasión, hecho este que no parece molestar a la producción. Una pirámide maya se ve invadida por un tipo de hiedra que aparte de devorar humanos, puede imitar voces y incluso el sonido del móvil. Hilarante con i de imbecilidad. La voraz planta desata las pasiones de sus victimas viajeras. Así asistimos a comportamientos poco solidarios, disquisiciones sobre la antropofagia, la negación de la locura, la mutilación mas salvaje o el homicidio justificado, pasando por la amputación de piernas de un niño en grado de morbosidad infinito.
La repugnancia se extiende a la lectura de que a los americanos del primer mundo, no puede ser posible que les este pasando esto. Arrogancia en forma de mal terror, en forma de folleto barato sobre los viajes organizados. Un filme contra el que hay que vacunarse y que espero no os haya molestado ni infectado este humilde blog.
martes, 22 de abril de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario