Hoy que el abuelo José María nos ha dejado es el día de hablar de una película triste y sensible. Lo conocí un día de Reyes después de ver Dos hombres contra el Oeste, en la que Wiliam Holden mostraba a un joven Ryan O'Neal como iba cambiar el mundo. Wayne Wang nos relata en 83 minutos, como un padre residente en Pekin hace una inmersión en los EEUU para dar soporte a su hija que se acaba de divorciar, como siempre hizo nuestro abuelo con todos sus hijos.
Wayne Wang tiene una estimable obra que recomendar: Blue in the face , codirigida con Paul Auster, A cualquier otro lugar, El club de la buena estrella , La caja china , Slam dance , Smoke , Sucedio en Manhattan y The last holyday. Cine reposado intimista acorde con sus protagonistas marcan un estilo conciliador, una personalidad masculina y un estilo de comportamiento, como el del abuelo. Premiada por su exquisitez por el propio Auster, que presidia el Festival de San Sebastian y con quien mantenía algunas diferencias, el film cierra un díptico de obras cortas de la escritora Yiyun Lee. Se le añadirá la aun no estrenada La princesa de Nebraska que relata los avatares de una joven china para abortar en Oakland. El padre del film habla de la soledad, de los secretos de familia, de la angustia por lo desconocido, de la impotencia para afrontar el sufrimiento siempre injusto. Pero también del humor y la simpatía, de la comunicacion, del don de gentes sin conocer el idioma, de la historia vivida y no escrita, de la poesía con los extraños y de las ganas de querer y amar la vida. Avi Josep Maria, hoy me despido de ti con una agradecida conmoción. A ver si tu equipo de siempre te da hoy una alegría estés donde estés.
sábado, 19 de abril de 2008
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