88 minutos

Titulo que se añade a los de tipo numérico. Jon Avnet era un director interesante al menos en Intimo y personal , La guerra , Laberinto rojo, Sublevacion en el ghetto y Tomates verdes fritos. También en las frases que le impone a un decadente y alimenticio Al Pacino como que la narración se basa en los hechos, en la lógica, solamente que el filme dura 20 minutos mas que el titulo. Una cuenta atrás irreal, con enormes complejos morales y dudas filosóficas y existenciales, también cinematográficas, en un ensayo sobre el miedo de un hombre al que le dan 88 minutos de vida. Tiempo en que además le queda un rinconcito para sentir deseo por el cuerpo de Alicia Witt. Quizá desde Ricardo III , autodirigida o Insomnio no habíamos visto al peor Pacino, el que había sido un grande entre los padrinos. Con mas pelo que ideas, autoparodiandose con sus compañeras de reparto, Leelee Sobieski y Amy Brenneman, cabalga entre la ironía y lo imposible. Reservada exclusivamente a sus fans irreductibles, el que fue un magnifico de Hollywood, no nos ofrece otra capacidad que balbuceos, golpes, histrionismo, baba y tics por doquier. Se tiene que agradecer al menos a Avnet que sabemos cuando nos falta para acabar el film.