jueves, 8 de mayo de 2008
Mi novio es un ladron
Antonio Banderas nunca sera considerado un actor importante en Hollywood. Sirve al sistema para contentar su porción del mercado hispano pero como dijo Stallone, cuando llegue a hablar bien el ingles o su jerga, ya hablaremos. Esto es lo que le ocurre en My mom's new boyfriend, que a quien si le consideran un director es a George Gallo, especialmente después de Cautivos in Paradise y La calle 29. Antes le consideraran director que actor. Emparejado en el film con una decrépita Meg Ryan, deteriorada hasta la tristeza a causa de sus continuas visitas al plastico de turno, a Banderas le ocurre como en Two Much, que existía mayor química con la Griffith que con la Hanna que era con quien tenia que casarse por guión. Sin comicidad, sin empatia, con una cierta histeria interpretativa discurre esta pseudo comedia de ladrones y gags mas que fallidos como por ejemplo el del cocinero borracho. Montada la historia en dos tonterías mas que dos actores que son la necesidad de adelgazar de Meg utilizando inverosímiles medios que la hacen parecer una drogadicta y su "atracción" irresistible para cualquier hombre incluido el pobre banderas que en mejores plazas debe haber toreado. Una dejadez de film y la convicción de que Antonio puede ser mejor director que Gallo.
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