Una fábula ejemplar y, de nuevo, amable sobre la intolerancia y el derecho a volver a empezar para vivir esa tercera edad que tanto final tiene en los asilos o"residencias", maltrecho titulo. Es una película aunque Suiza, del tipo Despertando a Ned, Las chicas del calendario, Full monthy o El jardín de la alegría. Sucede cuando los abuelos y abuelas despiertan de su toma de pastillas y deciden arreglarse la vida por su cuenta . Todo dentro de unos cauces muy civilizados, muy suizos diría yo y que no responde para nada a ningún pase de cuerpos ligeros de ropa ni equipaje. El éxito enorme de taquilla en Suiza debe entenderse como los anteriores ejemplos citados porque es una película positiva» que logra atraer a un tipo de espectador que no quiere sobresaltos de ningún tipo en su programacion audiovisual. Espoleada por sus amigas y compañeras de naipes, una inmensa y humana señora decide cumplir un viejo sueño de juventud y abrir una tienda de lencería, en un pequeño y tradicional pueblo helvético donde además su hijo es el párroco local, cosa que procura un escándalo mayúsculo.
Anunciada como el título más taquillero en Suiza donde hay mas Bancos que cines, y candidata al Oscar foráneo, esta cuarta película de la cineasta Bettina Oberli ,- desconozco sus obras anteriores,- resulta ser una comedia amable para cualquier edad, que narra con ritmo adecuado un proyecto que ocurre cuando Martha, una venerable anciana que se acaba de quedar viuda, decide emprender una nueva vida de pequeña más que mediana empresaria.
viernes, 16 de mayo de 2008
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