Magnifico titulo del grande y prolífico octogenario Sidney Lumet, con quien comparti mesa en La Dama, años ha, con motivo de un homenaje. Titulo que podría ser de una canción de Tom Waits y que no anticipa nada. Una inmersión en el alma humana, una exploración al lado oscuro de la vida, narradas desde tres puntos de vista distintos. Desde aquellos que difuminan por arte del birlibirloque la estimación, la ambición, el cariño o el egoísmo.
Dos hermanos se proponen atracar la joyería de sus padres, pretendiendo solucionar su situación económica y la de los padres que se supone cobraran del seguro. Pero el atraco como el de las tres, al furgón blindado, al banco de Inglaterra o a falda armada, fracasa. Y entonces un Albert Finney padre se erige en el centro del drama, llenando de sabiduría y tensión la vasija de la tragedia, hurgando y denunciando los puntos mas débiles del sistema de vida americano, otras veces tan entronizado. Y Lumet que no debe nada a nadie, realiza su film mas furioso entre los mas de su autoría.
Filma dos generaciones sin tregua, sin otra posibilidad que buscar la continua confrontación en la siempre reluce el dinero. Phillip Seymour Hoffman no puede mantener su ritmo de vida con lo que gana en el banco. Ethan HAwke, el hermano que le pone los cuernos con su mujer Marisa Tomei, todavía tiene mas compromisos monetarios debido a sus consecutivos fracasos. La salida escogida es hundirse mas en sus propios vomitos.
Atrocidad Shakespeariana en las imagenes de Lumet, ambición literaria , celos, culpa y asesinato son algunas de las condiciones que pone el director en su relato evitando con gran ingenio que el diablo se entere y por lo visto también Hollywood. Algunos podrán ver un abandono de la tragicomedia que era Negocios de familia en lo que es una segunda parte feroz y diabólica.
sábado, 24 de mayo de 2008
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