Casual day

Seguramente es el filme de la semana. Todos recordamos con angustia, satisfacción y venganza pelicular como Recursos humanos, El método Gronholm o Smoking room. No es mas fácil acercarse ala mundo laboral que al de ETA por ejemplo. Max Lemcke se acerca a este drama laboral con formato de cine casero, con flexibilidad de cámara, un texto inteligente y sin concesiones a la par que didáctico y de denuncia y unos actores increíbles en su papel. Tanto da que hablemos del jefe Juan Diego, o de Luis Tosar, ALex Angulo, Estibaliz Gabilondo o Alberto SAnjuan que lidian con la acritud de esta jornada de convivencia en fin de semana de la empresa y que acaba como acaba. Morales mórbidas, bromistas inquietantes, hipócritas en su salsa y arribistas de escandalo y inocencia aprovechada mezclan sus vivencias ante una provocacion estudiada que no medida.
Evaluacion de fracasos y fijación de objetivos y bonificaciones son el pósito amargo que queda en el vaso después de beberse las relaciones humanas. Todos los personajes quedan desnudos quizá con la excepción de la única mujer que asiste a las jornadas porque Malena ALteiro es despedida antes de empezar. Todos ambicionan al poder sin escrúpulos y el guión resigue mas que un reglamento de ética, un abanico de cobardías.
Un corrosivo análisis de la competitividad salvaje del país y del sistema capitalista que cada vez excluye mas a buena parte de la población. Poca solidaridad en el trabajo, luchas intestinas sin valorar las reales capacidades individuales, aniquilacion del talento en aras de una formacion mediatizada y cerrazón de las empresa frente a la oportunidad de servicio a la colectividad a cambio de beneficios. Film descarnado para sugerir y denunciar la actual situación y futuribles, se debe visionar con el sentido critico necesario y con los pocos sentimientos que aun nos puedan quedar hacia el fenómeno del trabajo que tanto espacio llena en nuestras vidas. AL que le llene, o sea que lo tenga o lo disfrute,aunque sea temporalmente.