Eloise

Jesus Garay es un director de alto contenido emocional, dificil si pero de gran personalidad. Veamos mi seleccion de su obra: A la vida, al amor, Els de devant, Germanes de sang, Mes enllà de la passió y No se puede tener todo. Afincado en Catalunya, narra en el film una atraccion sexual que lleva aparejeda como todas, la busqueda de la propia identidad, en especial de la de Asia, Diana Gomez, sumergida en un mundo absolutamente desconocido para ella. 120 minutos excesivos como siempre en Garay, la culpa la tienen los epilogos por repetitivos, pero que confirman en esta incursion teoricamente mas comercial del autor, su talento en la direccion artistica y la de actores.
Con guion de Cristina Moncunill, el film tiene una solidez visual inusual, no ya en Garay, sino en el cine de casa. Esplendida tambien Ariadna Cabrol, otra muchacha que intenta compartir su soledad, teniendo todo en contra, desde la moralina y pudor de la sociedad basada en la apariencia, hasta su tragico destino. La compleja relacion de las dos jovenes, una con novio en la clase y la otra sufriiendo decididos ataques de bullyng, se va definiendo al aceptar esta posar de modelo en el taller de pintura de Asia. La estrecha relacion que se ira creando puede ayudar a superar un oscuro secreto familiar inconfesable.
Perfecto regreso al cine del director cerrando de momento una prolija etapa televisiva, ya lo hizo con Mirant al cel, que consigue volver a hacer cine de autor siendo teoricamente un film de los llamados de encargo. Laura Conejero, Eduard Farelo y Bernat Saumell, completan un film de autor alejado de los ejercicios pedantes de pseudo profesional que consigue durante unos dias una camara y una grua. Si superan el epilogo, no se dormiran en la sala.