domingo, 5 de octubre de 2008

No me pidas que te bese porque te besare

Albert Espinosa, el director desmontable como se autodenomina, guionista de 4a. planta y concelebrador de fiestas de despedidas de órganos es una bellissima persona. En su columna de hoy dice que le gustan Los extraños, Wanted y El patio de mi cárcel. Un santo es lo que es. Y así de ingenua es su opera prima al tiempo que atesora todo lo positivo que en el ser humano ha habido. Su film es un complemento de su libro El mundo amarillo, con su peculiar filosofía vital, original y especial como todo su universo.
Sin el control del tempo de Mercero todavía y una iluminacion mas excelsa que nunca, le falta la film un montador que no sea amigo suyo y le monte sin piedad cuando hace falta. Como demuestra en su guión, conociendo la técnica, actor el mismo en el film, los originales pueden ayudar a y dejarse ayudar por los normales. Rodada en la Barcelona pija, alterna con naturalidad las dos lenguas coficiales. El protagonista Eloy Azorin, que también lo era de su libro El club de las pajas, vulnerable él, esta a punto de casarse, faltan cinco días y quiere desdecirse de la novia Teresa Hurtado y para ello se apunta a clases de guitarra en una escuela de discapacitados mentales. Su mejor amigo (Espinosa) se convertirá en su conciencia y le hará ver la vida de forma distinta.
No pidáis mas humor al film que el preciso para endilgaros el crudo mensaje sobre vuestra fácil existencia, ahora en crisis. Digamos que va a ser que nadie es perfecto en el mundo de Albert y por supuesto en el nuestro porque os besare. Revisad vuestra vida en 96 minutos.

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