Khyentse Norbu retrata a una gente humilde del Buthan que no busca la felicidad, sino que la halla precisamente allá donde nadie pensaba, Defiende en el film valores típicos orientales como son el respeto incondicional a los padres, a los que el protagonista, un chico occidentalizado, pretende imponer su nuevo egoísmo adquirido. Sus padres no alcanzan a comprender como un radio cassette o una maleta, puedan haber cambiado tanto al eterno objeto de su educacion ancestral.
El joven funcionario de un pueblecito, se embarca para los Estados Unidos con el pensamiento I have a dream. En autostop, con otros personajes del película, descubrirá historias apasionantes como la del monje budista, base de otro guión, que corre en paralelo con su viaje.
Cine espiritual, esta vez superior a La Copa y que presume de haberse rodado en tierra de nadie entre la China y la India, con una belleza inusual en sus paisajes espectaculares, desconocidos para nosotros y que los convierten en un personaje mas gracias a la magia del viajero.
miércoles, 1 de octubre de 2008
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