José Díaz muestra cómo fue su vida durante el largo período de 100 días que estuvo en soledad en una cabaña del Parque Natural de Redes, en Asturias. Grabándose a sí mismo, enseña cómo sobrevive en medio de la naturaleza y únicamente con los recursos que ésta le proporciona, desconectado de todo: sin electricidad, ni móvil, ni reloj, ni Internet. El protagonista pretende así volver a los orígenes y cuestionar la deshumanización y la vida estresante de los seres humanos en plena era tecnológica. Díaz es un fotógrafo y naturalista que realizó este proyecto entre los meses de septiembre y diciembre de 2015. Inspirado en el éxito de programas televisivos, decide refugiarse también en la naturaleza, pero sin tener un equipo de profesionales que lo acompañen ni recrear situaciones falsas. En este documental, donde Díaz debuta como director con la ayuda de Gerardo Olivares (El faro de las orcas), se muestra a un hombre solo, aislado y confinado en el bosque durante cien días. Así, el espectador vive una experiencia real a través de las vivencias del aventurero y puede observar qué recursos utilizó para alimentarse y soportar el frío, como se enfrentó a los problemas de la situación o cómo evitó sufrir alucinaciones o escuchar voces, entre otras dificultades. De este modo, el objetivo final de 100 días de soledad es tomar conciencia del entorno y cuestionar la dependencia que tenemos los humanos de las redes sociales, que alteran nuestras relaciones personales. La película se enmarca también dentro de lo que se conoce como movimiento slow, con el que el individuo busca llevar una vida más plena y desacelerada, sin los ritmos que impone la ciudad, para poder aprovechar y vivir intensamente cada segundo.
viernes, 16 de marzo de 2018
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario