El hijo de bigfoot

Adam es un niño de 13 años peculiar que sigue intentando averiguar qué podría haber sido de su padre, desaparecido hace años. Decidido a encontrarlo, se embarca en una increíble aventura hasta que, por fin, descubre el gran secreto familiar: es hijo del legendario Bigfoot. Cuando se reencuentre con su progenitor, este joven se dará cuenta de que ambos comparten unos genes muy especiales y unos poderes extraordinarios, que son objeto de deseo de una malvada corporación científica. Con la intención de competir directamente con grandes estudios como Dreamworks o Pixar, esta cinta de animación franco belga con vocación internacional dirigida por Ben Stassen y Jeremy Degruson (La casa mágica) intenta atraer la atención del público infantil con una épica y divertida aventura que sigue los pasos de un niño de 13 años en busca de su padre desaparecido, que resultará ser el mismísimo Bigfoot. Con este descabellado punto de partida, El hijo de Bigfoot ofrece a los más pequeños de la casa una entrañable historia sobre la revolución hormonal previa a la adolescencia a través de gags y personajes que redescubren la importancia de los lazos familiares. Aunque está dirigida principalmente a los más pequeños de la casa, a los que también transmite valores de respeto por el medio ambiente, la película, de notable factura técnica, también se compincha con los adultos con unas leves notas de fina ironía y humor para todos los públicos. El reparto de voces está formado por Pappy Faulkner (El joven Sheldon), David Epstein (Érase una vez), Sandy Fox (Robinson, una aventura tropical) y el experto doblador de videojuegos Christopher L. Parson.