martes, 13 de marzo de 2018

Loving Pablo

Cuesta entender la fascinacion que Fernando Leon de Aranoa siente por este Pablo y no el Picaso por ejemplo. Quiza era para darnos a conocer que el mundo de los narcotraficantes, (y el de Stalin esta misma semana) son mucho peores que el que vivimos cotidianamente pero ademas que duran lo que el control superior que lo consiente.Es un poco como las guerras. Te pasas la mañana matando y por la tarde deciden que ya se ha acabado. Se escapa algun tiro mas, pero a casa. Aqui la guerra mas que sucia es entre EEUU y Colombia y el narcotraficante por la distribucion, problema no resuelto todavia. El film a honor y gloria de Pablo Escobar, deja al espectador sin un referente amable a quien agarrarse (aquel inspector de la CIA bueno) Y la pregunta es, como hacen el en film que quien paga los pisos, quien paga la pelicula o a quien beneficia su difusion. O la ceremonia de la confusion que se produce por la interpretacion de Javier Bardem, mas psicotica que la del propio personaje y la babel de dialectos ( el paisa y el rolo)e idiomas, la misma pareja protagonista habla colombianos distintos en los alambicados dialogos. No es la evolucion de un hombre seducido  por  el dinero, ansioso de poder, fascinado por la muerte, sino que ya es un terror, cruel y salvaje desde su origen. Un Bardem engordado notablemente para sugerir todavia mas peso, mas volumen para la opresion y para completar la parte de carne con la  porqueria. Explica la historia, mas bien boutades, anecdotas y curiosidades reunidas Virginia Vallejo, Penelope Cruz, que parece que tendria que tener tambien mas peso, pero queda en una  relacion secundaria, cuenta hechos que ni presencio, femeninamente asquerosa y cinematograficamente insignificante. El narco le hace ver en dos cruentas escenas que de aquel mundo no saldra nunca. Cuando el film esta basado en la novela de la pareja del narco y periodista," Amando Pablo, odiando Pablo", que nos pasea desde el fortin palacio del cacique en la selva hasta los barrios miserables de Medellin y otros carteles de la droga que tambien participan en la guerra. Peter Sarsgaard y Juliet Restrepo tambien estan. Peliculas y series beatifican y engrandecen la figura del violento traficante a lo grande, sembrando la muerte por doquier, mataba al interesado y de paso a toda la familia  y aniquilando a consumidores y camellos, parece que todo ello para ser mas querido, mas respetado por el mundo que manejaba sus millonarios alijos y partidas. Un mundo que como la barriga, pudo deshacerse de la maldita protesis el 1993. Cuando alguien dijo, "esta guerra ha terminado". Vulgar version pues, de una historia de una mujer ,estrella del periodismo a la que compro su cama a cambio de su intimidad.

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