Por una vez, Adam Sandler, deja de lado el mal gusto, su memez y su violencia encubierta, sin la cual pierde energía cómica. En este film acomodado de Adam Shankman, devuelve a su figura, la niñez o mejor el tono aniñado de su personaje cada vez mayor. En el fondo es una rebelión contra su propio cine, que no se sabe si es un arrepentimiento, problemas mentales, frustacion o una exploración hacia un nuevo camino en su carrera en capa caída, en franco declive.
Un film con lentitud narrativa, efectos especiales insípidos y ruines, con sus momentos románticos horriblemente edulcorados y sin frenesí dramático ni de intriga alguno, el único interés del estudioso cinéfilo es saber como funciona este híbrido entre la estrella estrellada y la aportación experimental de la compañía Disney.
Cine inocente que parece mas que dirigida a la tierna infancia que la hagan realizado ellos, dirigiendo además de admirar a Keri Russel, Russel Brand y el mismísimo Guy Pearce. Todo en un pack de 90 min.
jueves, 12 de marzo de 2009
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