David Frankel es poco mas que conocido por la estupenda serie Hermanos de sangre y Miami. Ahora sin tener nada que ver con el film catalán de Antoni Verdaguer, tiene un defectuoso arranque inicial, para romper en el minuto 60 con la arrítmica comedia y pasar a un drama con cierta consistencia. Observa mas la historia, se enriquece con lindezas y exceptuando utilizar al pobre perro de filosofo griego, su diatriba contra el matrimonio convencional y bien estante, de estantería, le entronca con algún grande de los 50 y apunta a empresas de comedia mas elevadas.
El presupuesto se va en Owen Wilson y Jennifer Aniston, periodistas jóvenes y exitosos envueltos en su propia boda. Lo peor es que no pagaron al guionista o le dieron mal de beber, porque a medida que tienen niños y van cambiando de casa, el perro obsequio se va volviendo cada vez mas malhechor y sin sentido. Ni Alan Arkin, ni Eric Dane ni la siempre importante Kathleen Turner, pueden hacer nada para evitar el desaguisado
sábado, 21 de marzo de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario